En el futuro no habrá políticos.

Cada vez las opciones políticas se parecen más, sobre todo cuando se insultan los unos a los otros. Tal vez esa crispación sea el fruto del fin de las ideas y del miedo a que la gente lo descubra, porque de ser así sobrarían los políticos y nos harían falta buenos gestores, gente que entendida en los distintos campos para llevarlos adelante.
Muchas veces hemos oído que tal o cual cargo, es un cargo político, es decir, el que lo ocupa tiene poca o ninguna idea para el cargo que ha sido escogido, pero es un fiel aliado político y va a hacer lo que se le pida. Así nos van las cosas.
Antes o después la gente se dará cuenta, y en las elecciones votaremos no a partidos políticos sino a equipos de gestores, con opción a despedirlos si no lo hacen bien.
Esos equipos de gestores, para poder presentarse a las elecciones, tienen que curtirse en los pueblos y ciudades, para una vez haber acreditado su valía pasar al gobierno de las comunidades y terminar gobernando el país.